jueves, 17 de agosto de 2023

El Castillo de los Moros, el vértigo del año

 Según se dice por ahí, para mantenernos jóvenes y vitales tenemos que hacer, al menos una vez al año, algo que nos dé mucho miedo. Con la escalada al Castillo de los Moros en Sintra, Portugal, me aseguré la juventud por diez años.

Subiendo la cuesta hacia el Castillo, todo Sintra es cuesta. Todo Sintra es verde y oxígeno.

Hacia donde se mire, nos sigue la belleza.

A no dejarse engañar por esa minúscula puertita de entrada...

Comenzando a subir.

¡Ese musgo de Sintra, tan alfombra!

Escalones arriba, a medida de que se sube, los escalones se angostan cada vez más, sin baranda alguna al precipicio.

Muchos más escalones.

Una vista para enamorar.

Más arriba aún.

¿Ven las "barandas" que tienen apenas 20 cm de alto? ¿Y los escalones, 60 cm de ancho?

Magia. Sin parangón. Dominio de la sierra, el monte y el mar.

Uno de los miradores de la cumbre.

Intrincado camino de piedra.

Torres de defensa.

Bajando por el otro lado.

Regresando, siempre a pie, a la ciudad.

Foto tomada con la máxima potencia del zoom: esas dos cumbres y todo el Circuito de La Pena fueron recorridos a pie en una misma tarde, sí, señor.
Izquierda, Castillo de Los Moros. Derecha, Palacio de La Pena.

Buscando dónde cenar, luego de doce horas de caminata y ayuno forzado.

Reponiendo energías. Se hizo la noche en una terraza toda para mí, alumbrada luego con velas. Y después, a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario