miércoles, 12 de octubre de 2022

Los sueños

 Si nos referimos al sueño de cuando dormimos, es porque nuestro inconsciente los guarda, no recordamos casi nunca lo que soñamos, ya que, con suerte, recordaremos sólo el último al despertar, apenas unos segundos, aunque nos hayan parecido una eternidad. Es un tema para los que saben desmenuzarlo con rigor científico.

En cambio, si nos referimos a los sueños que nos forjamos en la vigilia, pensando en nuestro futuro mediato o inmediato, o a largo plazo, anhelando ciertos logros que nos proponemos conseguir y que fijamos como metas, a veces terminamos dejándolos de lado y olvidándolos porque la vida, muchas veces ingrata, nos desvía del camino con sucesos que nos hacen golpearnos con la realidad de los bolsillos magros y las puertas cerradas.

Nos resignamos pronto o no tan pronto ante los fracasos y decimos "no tenía que ser", "era un deseo infantil", "hay cosas más importantes". No es justo y no debería ser real, lamentablemente lo es para la inmensa mayoría de las personas.

Algunos sueños los logramos porque son metas alcanzables. Otros, alcanzables también, nos decimos que no son posibles, auto convenciéndonos para consolarnos. Otros, en los mejores casos, los cambiamos por sueños mejores, a los que sí podemos alcanzar, lo cual no es malo, porque uno llevó al otro, el que nos importa disfrutar ahora.

La vida de la gente común, vos, yo, nuestros amigos, es mucho más difícil que para los poquísimos privilegiados del mundo.

Soñar no es malo y, si no tenemos suerte, cambiemos los sueños por otros en el afán de estar siempre buscando algo grato para cada uno de nosotros, sin olvidar el hoy, que también debe disfrutarse.

Que la energía para soñar y trabajar por ello no se apague.

"My bed a raft, the room the sea, and then I laughed some gloom in me.”, obra de Hans Op de Beeck, 2019. Realizada en poliéster, poliuretano, acero, poliamida, epoxy, madera, revestimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario